


Pistacia terebintus
Cornicabra
Familia anacardiáceas
Puede llegar a ser un arbolito de hasta 10 m del altura, aunque normalmente son grandes arbustos. Las hojas son caducas, divididas, con hasta 13 foliolos ovados o elípticos. Las flores son pequeñas, pero las inflorescencias son grandes y de color rojizo, apareciendo en primavera. Los frutos subglobosos tienen hasta 1 cm, rojizos primero y negruzcos en la madurez. Se trata de una planta dioica, con pies masculinos y femeninos.
Se encuentra distribuida por todo el Mediterráneo. En la península Ibérica se presenta en los sistemas montañosos de casi todas las provincias, salvo en el noroeste, faltando en las mesetas.
Vive en diversos ambientes boscosos, pudiendo ser abundante en laderas pedregosas e incluso paredes rocosas. Tolera el sol directo o la media sombra. Es indiferente al tipo de sustrato, pudiendo ascender hasta los 1.600 m de altitud.
Esta planta tiene un alto contenido en taninos, pudiendo usarse como curtiente y también se obtienen resinas. Su madera se ha empleado en ebanistería. Varias especies de pulgones producen agallas sobre las hojas de esta especie (Geoica sp., Paracletus sp., Forda formicaria) o sobre los frutos (Baizongia pistaciae), formando unas agallas alargadas de donde proviene el nombre común de “cornicabra”. Se emplea como patrón de injerto del pistacho (Pistacia vera).
Normativa: Decreto 65/1995 Asturias (interés especial), Decreto 50/2003 Región de Murcia (interés especial).