

Quercus suber
Alcornoque
Familia fagáceas
Árbol de hasta 25 m de altura, con una amplia copa redondeada. Su corteza, muy característica, es extremadamente gruesa (corcho), de color ceniciento y aspecto fuertemente agrietado. Cuando se descorcha, el contraste entre la corteza y el tronco rojizo oscuro es muy evidente. Las hojas, coriáceas, varían mucho en tamaño según el hábitat (hasta 10 cm x 2,6 cm), con forma ovada u oblonga, verde oscuras por el haz y blanquecinas por el envés. Las flores masculinas se agrupan en amentos colgantes de 4-8 cm. Las bellotas, de hasta 4,5 cm de longitud, presentan una cúpula con escamas arqueadas.
Se distribuye por el Mediterráneo occidental y central y el norte de África (Marruecos, Argelia y Túnez). En la península Ibérica es muy común en las zonas silíceas del oeste, siendo mucho más raro en el este.
Los alcornocales requieren suelos silíceos (evitan los calizos), con sol directo y un óptimo en climas con más de 600 mm anuales, llegando hasta los 1.200 m de altitud.
Es un árbol emblemático por su doble aprovechamiento en las dehesas: por un lado, sus bellotas sirven de alimento al cerdo ibérico durante la montanera, y por otro, se extrae el corcho de su corteza, un material con múltiples usos industriales, como los tapones tradicionales. Además, la casca (entre la corteza y la madera) es rica en taninos, utilizados en la industria del curtido. Aunque las bellotas suelen ser amargas, en algunos bosques marroquíes existen variedades con bellotas dulces.
Normativa: especie protegida en varias comunidades: Madrid (Decreto 18/1992, interés especial), Baleares (Categoría A de especial protección), Castilla-La Mancha (Decreto 33/1998, interés especial), Asturias (Decreto 65/1995, interés especial), Región de Murcia (Decreto 50/2003, en peligro de extinción), País Vasco (Orden 10/01/2011, rara). También incluida en el Real Decreto 289/2003 sobre comercialización de materiales forestales de reproducción.