
Quercus faginea
Quejigo
Familia fagáceas
Árbol de hoja marcescente (muchas permanecen secas en el árbol hasta que rebrota en primavera), que puede alcanzar los 20 m de altura. La corteza es agrietada regularmente, de color pardusco. Las hojas son algo coriáceas, de borde suavemente lobulado o algo aserrado, de unos 6 cm x 4 cm. Las flores masculinas de pequeño tamaño se agrupan en amentos colgantes de hasta 4 cm de largos. Las bellotas tienen unos 3,5 cm de longitud, con la cúpula de escamas aplicadas, tomentosas. Se trata de una especie muy variable en su rango de distribución.
Es un árbol endémico de la península Ibérica, presentándose en muchas provincias españolas y del este portugués. En el suroeste peninsular y en el norte de África se presenta la subsp. broteroi, diferenciable por sus hojas mucho mayores (de hasta 15 cm x 9 cm) y amentos de hasta 7,5 cm.
Los quejigares se asientan sobre todo tipo de suelos, aunque son más frecuentes en los calizos, con óptimo en zonas con precipitaciones superiores a los 600 mm anuales, alcanzando más de 1.500 m del altitud. La subsp. broteroi prefiere los suelos silíceos.
Tiene una leña de buen poder calorífico y su madera se ha empleado para hacer vigas. Las agallas, producidas por la picadura de la avispilla Andricus quercustozae, son ricas en taninos y han sido utilizadas como curtiente. Sus bellotas maduran antes que las de encina y alcornoque, prolongando así el periodo de la montanera en las dehesas mixtas.
Normativa: Decreto 23/2012 Andalucía (vulnerable), Decreto 65/1995 Asturias (interés especial), Decreto 50/2003 Región de Murcia (vulnerable). Real Decreto 289/2003 comercialización materiales forestales de reproducción.