Morus alba

Morera

Familia Moráceas

Árbol monoico, que puede alcanzar hasta 12 m de altura, con tronco grisáceo, agrietado y resquebrajado en los ejemplares viejos. Hojas alternas, largamente pecioladas, ovadas, de margen aserrado y extremo agudo, a veces asimétricas en la base y, según la variedad, más o menos lobuladas. Flores pequeñas, unisexuales, dispuestas en espigas densas. El fruto es una infrutescencia carnosa (sorosis o sincarpo), formada por la unión de múltiples piezas, conocida como mora.

Distribución y origen: Especie originaria de Asia oriental (principalmente China y Japón). Su introducción en Europa fue progresiva, entrando a España desde Italia. En el siglo XVIII alcanzó gran importancia en la huerta murciana con la expansión del regadío.

Condiciones ecológicas: Tolera temperaturas mínimas extremas de hasta -25 ºC, aunque es sensible a heladas tardías en primavera, lo que puede limitar su cultivo para sericicultura.

Variedades: La morera cristiana es la más habitual en la Región de Murcia, muy valorada para alimentar al gusano de seda, especialmente en abril. Otras variedades tradicionales incluyen la morera macocana y la valenciana; y entre las más recientes, la italiana, filipina y japonesas.

Usos: Aunque la producción de seda ha desaparecido, sigue siendo un árbol muy utilizado en calles y jardines, especialmente en la Huerta de Murcia y la Vega Baja alicantina, como árbol de sombra. Las moras son blancas, algo amarillentas o rosadas, de sabor dulce. Algunas variedades actuales utilizadas en jardinería apenas las producen para evitar ensuciar el suelo.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies,

ACEPTAR
Aviso de cookies
Scroll al inicio
Llama ahora