Euphorbia canariensis
Cardón canario
Familia Euforbiáceas
Arbusto relativamente compacto, que alcanza 2-4 m de altura y ocupa superficies extensas, de hasta 60-100 m², con características raíces gruesas y superficiales. Tallos suculentos, cactiformes, muy numerosos, alargados y juntos, sin hojas, con 4-6 caras y aristas provistas de multitud de pares de espinas, curvadas hacia arriba, caedizas y, por tanto, ausentes en la base de los tallos viejos. Flores en inflorescencias (ciatios) al final de las ramas, pequeñas, verde-rojizas, poco aparentes, originadas a partir de un botón floral color rojo intenso, muy llamativo. Frutos agrupados en el extremo de los tallos, formados por tres cápsulas muy juntas (tricocas). Semillas pequeñas, dispersadas por la propia planta (autocoria), hasta a 20 m de distancia, por la explosión del fruto en momentos de intenso calor estival.
Planta endémica de las Islas Canarias, que no está presente en Lanzarote y La Graciosa, que alcanza los 600 m de altitud. Habitual en suelos poco profundos y pedregosos (malpaís). Puede tolerar frío ocasional y es muy resistente a la sequía, por lo que necesita suelos bien drenados y relativamente secos.
Por su aspecto resulta muy atractiva y se ha plantado regularmente en las Canarias; fue introducida en Gran Canaria, donde es incluso abundante. Cualquier mínimo corte produce un látex blanco y espeso, tóxico e irritante, que produce hinchazón si se toca. Por estas características se empleó como insecticida en cultivos de uvas, también para ahuyentar lagartos y para descubrir ladrones de uvas.
Especie incluida en el Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) y protegida mediante el control de su comercio en la Unión Europea, para establecer en las aduanas una vigilancia efectiva que evite la salida de ejemplares de su territorio original.
Normativa: CITES Internacional (Apéndice II), Reglamento 2019/2117 Unión Europea (Anexo B).
