
Quercus robur
Roble común
Familia fagáceas
Gran árbol de hoja caduca que puede alcanzar los 40 m de altura, con una amplia copa. Su corteza, inicialmente blanquecina, se vuelve parda, escamosa y agrietada con la edad. Las hojas, de hasta 18 cm x 10 cm, son membranáceas y profundamente lobadas. Las flores masculinas, de pequeño tamaño, se agrupan en amentos colgantes que pueden llegar a 13 cm de longitud. Las bellotas, de hasta 4 cm, presentan una cúpula formada por escamas planas o gibosas.
Se distribuye ampliamente por las zonas de clima atlántico de Europa, siempre en puntos con elevadas precipitaciones. En la península Ibérica se encuentra extendido por la Cornisa Cantábrica hasta Cataluña, Galicia y el noroeste de Portugal, con apariciones puntuales en Madrid (Somosierra).
Los bosques de carballo requieren suelos silíceos, en zonas con más de 800 mm de precipitación anual y frecuentes nieblas. Alcanza los 1.000 m de altitud y, puntualmente, más.
Se ha explotado su madera, apreciada para la fabricación de toneles destinados al almacenamiento de licores. Su corteza y las agallas de sus hojas son ricas en taninos, empleados como curtiente. Alrededor de este árbol existen numerosas tradiciones mágicas que se remontan a la antigüedad.
Normativa: protegido por el Decreto 18/1992 (Madrid, interés especial), Decreto 200/2001 (Castilla-La Mancha, vulnerable), Decreto 78/2018 (Extremadura, sensible a la alteración del hábitat), Orden de 10 de enero de 2011 (País Vasco, interés especial) y el Real Decreto 289/2003 sobre comercialización de materiales forestales de reproducción.