

Juniperus macrocarpa
Enebro de dunas
Familia Cupresáceas
Arbusto perenne, dioico, muy ramificado desde la base, de porte generalmente achaparrado y extendido, que raramente supera los 3 metros de altura, aunque en condiciones favorables puede alcanzar forma subarbórea. La corteza es pardo-grisácea y fina.
Sus hojas, aciculares y de color verde oscuro, presentan dos líneas estomáticas de color blanco en el haz y son apreciablemente más anchas que las de Juniperus oxycedrus.
Las flores son poco llamativas, agrupadas en conos separados por sexos. Los conos masculinos son amarillentos, cilíndricos, y se disponen en las axilas de las hojas; los femeninos se transforman en gálbulos carnosos, globosos o algo ovoides que maduran al segundo año, adquiriendo un color pardo.
Estos gálbulos, conocidos como “enebrinas” que son consumidas por la fauna local, lo que favorece la dispersión de sus semillas.
Se trata de una especie originaria de la región mediterránea que se extiende por el oeste de Asia hasta Siria. También se encuentra de forma puntual en el norte de África. En España se distribuye principalmente por Valencia, Mallorca y Andalucía donde su presencia se limita casi exclusivamente al litoral atlántico. Se encuentra formando pequeños bosques o individuos dispersos en sistemas de dunas, en los márgenes de acantilados costeros y en arenales del interior, especialmente bajo pinares de Pinus pinea.
Especie muy resistente a la sequía, heladas y suelos pobres, lo que le confiere un importante valor ecológico como estabilizador de laderas y formador de suelo.
Actualmente se llevan a cabo algunos proyectos de reforestación y conservación para recuperar sus poblaciones, dado su importante papel ecológico y su adaptación a condiciones extremas.
Normativa: Catálogo Andaluz de Especies Silvestres en Régimen de Protección (Decreto 23/2012), con la categoría “Vulnerable”.