



Dorycnium pentaphyllum
Boja blanca
Familia leguminosas
Arbusto perenne, de hasta 1 m de altura, a veces algo mayor y muy voluminoso, en condiciones favorables, pero, por lo general, más pequeña. Tallos leñosos en la base, muy ramificados, a veces apoyados sobre el sustrato, pero principalmente ascendentes. Hojas muy características, con cinco foliolos, obovados, que parten de un mismo punto y se disponen hacia un lado, verde glaucos. Inflorescencias axilares, de apariencia terminal, con 5-15 flores pequeñas, de hasta casi 1 cm, provistas de una bráctea foliosa, 1-2 veces dividida, cáliz violáceo y corola papilionácea, blanca, con quilla negra, algo rojiza. Fruto ovoide, púrpura, con 1-2 semillas.
Planta de la región mediterránea, menos frecuente en la zona oriental, ausente en las islas Canarias, que asciende hasta los 1.400 m de altitud en la península Ibérica.
Especie que tolera bien el frío y es indiferente edáfica, aceptando incluso suelos que son moderadamente salinos. Tiene un crecimiento rápido y floración abundante, muy llamativa, que atrae a muchos insectos, incluidas las abejas, siendo muy buena planta melífera. En la naturaleza es frecuente observar unos capullos blancos y alargados, de 1-1,5 cm de longitud, en el extremo de los tallos de este arbusto. Se trata de la crisálida de la gitanilla (Zygaena occitanica), de cuya larva u oruga esta es su planta nutricia.
Indicada para la restauración de taludes y superficies en zonas secas, con suelos pobres y alterados. Para obtener una planta resistente deben moderarse los aportes de materia orgánica y riegos, pudiendo prescindirse de estos en buena parte del año.